sábado, 22 de febrero de 2014

COMENTARIO 'DEL AMOR Y DEL ODIO', ROSA MONTERO

El tema fundamental del texto es 'La dificultad de las relaciones humanas'

Las personas tendemos a desahogar nuestra ira o nuestras inquietudes con personajes públicos, lo mismo que también mostramos pasión o devoción. Se puede dar el caso de que sintamos amor y odio a la vez. Son cosas comunes dado que todos los sentimientos y emociones de los seres humanos son totalmente confusos. Por ello, se hace una distinción entre dos tipos de personas: las que se sienten culpable de todo, y las que creen que el mundo está en deuda con ellos. La gran mayoría de los humanos nos encontramos en un término medio. Pero con la crisis, nuestras actitudes naturales se ven alteradas, al igual que nuestro comportamiento y relaciones con los demás. No dejemos que está situación angustiosa nos cambie y que dificulte nuestro amor hacia los demás.

Nos encontramos ante un artículo de opinión publicado en el periódico el País por la escritora Rosa Montero. Como podemos ver se trata de un texto argumentativo, dado que la autora da una idea principal o tesis y seguidamente da unos argumentos que la defienden. Podemos dividir el texto en tres partes diferenciadas. 

  • En primer lugar, tenemos la introducción, donde la autora, a través de una anécdota nos mete en el tema. Ocuparía los dos primeros párrafos. A su vez podemos dividir la introducción en dos ideas: la primera, donde su amigo, que es un personaje público es odiado y querido a la vez por la sociedad. La segunda idea es que somos animales sociales y para llevar una vida más o menos feliz debemos compartirla con los demás.
  • En segundo lugar, encontramos el cuerpo argumentativo, que sería concretamente el tercer y cuarto párrafo, que a su vez podemos dividirlo en dos partes. En la primera parte hace una división entre dos tipos de personas: los que se sienten en deuda y culpable por todo, y por otro lado, los que se creen que el mundo le debe mucho. En la segunda parte, nos habla de como la situación de crisis que estamos viviendo puede cambiar por completo la naturaleza de una persona, como perjudica esto en las relaciones con los demás.
  • Y por último, tenemos la conclusión, que sería el último párrafo. Aquí, Rosa Montero nos deja ver su opinión personal, y da a entender que no se puede pertenecer a ninguno de los dos extremos de tipo de personas de los que hablamos antes, y que no podemos dejar que la crisis nos quite una de las mejores cosas que tenemos en la vida: las relaciones con los demás.
Comentario crítico
Rosa Montero nos divide la sociedad en dos tipos de personas, los que se sienten en deuda con todo el mundo y se sienten culpable de todo; y por otro lado, los que se creen que todo el mundo le debe algo y se creen merecedoras de mucho más. La mayoría de las personas suelen estar en un término medio entre estos dos extremos, pero que la situación de crisis actual hace cambiar a la persona, dado que el sufrimiento de perder tu trabajo, tu casa o el hecho de no poder darle de comer a tus hijos hace que la persona se rompa. Por ello, la autora nos aconseja que no dejemos que la crisis nos quite más cosas de las que ya nos ha quitado, que no dejemos que dificulte y corrompa las relaciones sociales, que es de las pocas cosas buenas que nos quedan.
Respecto a la división de personas, yo opino que no se puede ser feliz perteneciendo a ninguno de los dos extremos, ya que si te sientes culpable por todo no puedes disfrutar de todo lo bueno que te ocurre, y además si le pasa algo a otra persona es injusto que te sientas culpable por eso también. Mientras que si eres del otro extremo, si te crees que todos te deben mucho siempre vas a ser infeliz, esperando que los demás te devuelvan todo lo que, según tú, te mereces.
Y en cuanto a la crisis y al estado de la sociedad debido a esta situación, yo creo que ya nos ha quitado bastante. Ya vemos como cada día muchas familias se quedan en la calle por los desahucios, o como miles de personas no tienen nada que comer. Es triste que estando en el siglo XXI nos encontremos en esta situación, muy parecida a situaciones de siglos anteriores, cuyos problemas se solucionaban con revueltas, revoluciones y guerras. Como por ejemplo, la Revolución Francesa, donde todo el pueblo se moría de hambre mientras los que gobernaban disfrutaban y alardeaban de su riqueza. Aquella situación me recuerda mucho a la actual, ya que cuanto más pobre es el pueblo, más rico parecen los que gobiernan.
Pues bien, como ha expresado Rosa Montero en su texto, no dejemos que la crisis nos quite también el amor hacia los demás y que nos dejemos querer.